lunes, 9 de agosto de 2010

La venganza

Anoche maté a Freddy Krueger...

Estaba, como es típico, persiguiendome en medio de la noche por una cabaña aislada en un bosque. Como siempre, no había teléfono, y obviamente no había nadie a quien pedir ayuda. El terrible personaje de mis pesadillas infantiles volvía a hacer de las suyas...
Me perseguía con sus pasos grandes y terroríficamente sonoros. Su respiración cada vez más cercana agitaba aún más mi corazón, que ya se encontraba a punto de explotar.
De vez en cuando volteaba a ver qué tan cerca estaba, pero, ¡oh!, casualmente me caía entre unas ramas y él estaba a punto de liquidarme, pero luego me erguía rápidamente y salía despavorida gritando como una loca, de miedo.
Bueno, eso hasta llegar a otra casa que igualmente se encontraba aislada y deshabitada. Ahí fue cuando burlé al estúpido Freddy.
De algún modo logré salir por una ventana mientras él seguía adentro.... Fue en ese momento en que vi un enorme cilindro lleno de gasolina y pensé rápidamente en la forma de deshacerme de ese estúpido asusta-niñitas de la cara desfigurada.
Rocié mucha gasolina por la casa y prendí fuego. Lamentablemente para él, volvió a rostizarse el rostro y a quedar más desfigurado.
Debo admitir que no me quitó el miedo, sé que volverá a visitarme y a desvelarme de mis sueños, pero me tranquiliza saber que siempre podré volver a quemarlo y rostizarlo... allá él si vuelve de nuevo... ¡qué omnipotencia, no!
xD