domingo, 5 de julio de 2009

Un relato entre paréntesis

Buscando la inspiración me refugié en la música…busqué la melodía perfecta, una melodía cadenciosa y serena, similar a caminar por nubes de algodón, o abandonarse en las aguas de un río, flotando, mientras la corriente tranquila hace avanzar las nubes y el cielo azul. Pero no fue suficiente, había aprendido que son cosas cotidianas las que inspiran a mi unicornio azul (como diría Silvio), cosas que aparecen repentinamente, o las cuales noto sin previo aviso, y montar esta escena poco espontánea no lograba engañar a mis ideas perezosas de aquella tarde.

Las mejores historias surgen de situaciones insignificantes, o mejor dicho, tremendamente relevantes, como el niño que iba de la mano de su abuela, sacando la lengua para saborear las gotas de agua que caían, o la pareja de ancianos que iban de la mano, con sus pasos cortitos y sus vestimentas formales, o, qué sé yo, el perro inquieto que parecía haber sacado a su amo a pasear, haciéndolo correr detrás de él.

Esta semana muchos eventos ocurrieron, muchas historias se contaron a través de la ventana de la micro, pero ninguna abandonó la memoria para sumergirse en el papel (o el teclado). Muy quisquillosas se aferraban al recuerdo, estáticas. ¡Qué antojadizas son de repente!, tal vez querían que los recuerdos antiguos ocupen su lugar, pero no, también ellos estaban perezosos, sin ganas de levantarse.

Así que me puse a mirar por la ventana, como esos días en que baja la nostalgia, miro el volar de los pájaros e imagino reinos, cual Sonatina.

Comencé a recordar aquellas tardes grises, esperando tras las rejas de la ventana (acentuando la nostalgia). Parece que era cierto que había un nido de golondrinas en el techo, cada cierto tiempo salían algunas y se correteaban por el cielo, mientras el viento las empujaba, haciéndolas bailar sin control. ¡Qué perseverantes son!, me repetía, y recordaba a Benedetti burlándose de Bécquer, diciéndole que definitivamente las oscuras golondrinas no volverán.

Me preparé un café –después de cerca de 4 años me había convertido en una experta en preparar café-, y aunque últimamente he tomado puro té, quise café. Me senté en el velador de la Maca que da a la ventana y comencé a mirar.

-¿Estás triste?, ¿extrañas a tu familia?...Mírala cómo está, pobrecita, mirando por la ventana. Debes echar de menos a tus papás.

-No, me gusta mirar por la ventana. Y ya me acostumbré a estar sin ellos.

-No tienes para qué disimular… a todos nos da pena de vez en cuando.

-Sí, puede ser… (Pero esta vez sólo quiero mirar por la ventana y pensar, y que ud no se meta en mis asuntos).

Eso fue en la pieza azul, años atrás. Ahora ya no es azul, digamos que blanca o un tono en ese espectro (un esquimal podría ser más preciso). Y aunque he tratado de darle un toque personal, todavía me siento de paso por aquí….

Comienza a llover, encienden las luces en las casas, y yo me quedo pensando en la penumbra. Enciendo una luz tenue… escucho el viento, y las melodías que toca la lluvia sobre el techo de al frente. Cada vez más fuerte. ¡Y quién dijo que estaba sola!, la lluvia es una visita insistente por aquí, como lo era la nieve allá.

Recuerdo el timbre molestoso, y sus zapatos bajo el portón. ¿Qué estará haciendo?... Escribo en mi diario sobre lo que veo, y lo que pienso.

Abajo un mundo paralelo sigue su curso, acá arriba no es más que sueños. Ya veo mi reflejo en la ventana, y no me gusta “estar en vitrinas” –como dice mi madre-.

Se acaba el café…la inspiración no llegó por más que la esperé. Cierro las cortinas, y como el rostro de vos cierra los ojos, se extingue el breve espacio de intimidad. Al menos fue una buena forma de evadir el escribir formalidades y síntesis analíticas de proceso –tan frecuentes últimamente-. Y vuelvo a la rutina; informes, planificaciones y demases…

2 comentarios:

  1. Sí, es un buen entreparéntesis. Pero no sé si este es más agrio que lo que está afuera de él. Bueno, así es la vida.
    Saludos.

    Alejandro.

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  2. El mejor paréntesis... mucho más lindo que los míos, al menos.

    PD: -Sí, puede ser… (Pero esta vez sólo quiero mirar por la ventana y pensar, y que ud no se meta en mis asuntos).

    La mejor respuesta :)

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